Personal del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) acudió a la redacción de este medio para expresar su inconformidad ante lo que consideran una serie de arbitrariedades y agravios laborales que afectan a trabajadores en todo el país, particularmente a quienes ocupan cargos de enlace y mandos medios.
Los inconformes manifestaron que recientemente recibieron un comunicado oficial en el que se confirma que no habrá aumento salarial para estos niveles, pese a los ajustes que se esperaban para compensar los efectos de la inflación. La medida, indicaron, replica lo ocurrido en el Servicio de Administración Tributaria (SAT), donde la semana pasada hubo protestas por la misma razón.
“Nos están golpeando en lo más básico”
“Recibimos un golpe a nuestro ingreso para alimentación, vivienda, educación y salud. Nos hablan de unidad con el lema ‘Todos somos INEGI’, pero en realidad sentimos exclusión y violencia institucional”, expresaron trabajadores que pidieron mantener el anonimato por temor a represalias.
Los empleados explicaron que el personal de enlace —figura intermedia entre técnicos operativos y mandos medios— ha sido históricamente relegado en materia de prestaciones y compensaciones. “Nos quitaron primero los vales de despensa, luego el ahorro institucional, y ahora nos niegan el derecho a un salario que se ajuste a la inflación. Ya no es sólo injusticia, es violencia laboral”, afirmaron.
Además, denunciaron que los enlaces y mandos medios quedan fuera de varios apoyos institucionales, entre ellos los de capacitación y desarrollo, ayuda de transporte, previsión social múltiple y servicios, mientras que el sueldo reportado al ISSSTE es menor al real, lo que repercute directamente en créditos de vivienda y pensiones.
Posible paro de labores en medio del levantamiento censal
El malestar no se limita a Yucatán. De acuerdo con los empleados, en todas las delegaciones del país el personal comenzó una protesta simbólica tomándose fotografías con camisas negras y rojas para evidenciar la inconformidad.
“Esto apenas empieza. Si no hay respuesta, se está valorando un paro de labores, igual que en el SAT”, advirtieron.
La situación cobra especial relevancia porque el INEGI acaba de iniciar el levantamiento de la Encuesta Intercensal 2025, un proceso fundamental para actualizar la información demográfica y socioeconómica del país. Un paro en este momento, reconocen los trabajadores, “afectaría directamente la operación nacional del instituto”.
Autonomía en entredicho
Aunque el INEGI es un organismo constitucionalmente autónomo, el personal considera que en la práctica las políticas laborales están alineadas con las disposiciones de la Federación, especialmente desde la llegada de la actual presidenta, Graciela Márquez Colín.
“Se presume la autonomía, pero las decisiones se toman como en cualquier dependencia federal. No se escucha al personal, y eso genera frustración”, señalaron los empleados.
“No pedimos privilegios, pedimos justicia”
Los trabajadores reiteraron que su reclamo no busca confrontación, sino equidad. “No pedimos privilegios, pedimos justicia laboral. Queremos que se reconozca nuestro trabajo con condiciones dignas y un salario justo. Si no es exclusión y violencia, ¿qué es?”, expresaron con evidente molestia.
Hasta el momento, la dirección regional del INEGI en Yucatán no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre la inconformidad. Sin embargo, el tema ha comenzado a generar eco en otras entidades y en redes sociales, donde empleados del instituto comparten mensajes y fotografías bajo etiquetas alusivas a la protesta.




