La alcaldesa de Conkal, Linda Margarita Pérez Quijano, del Partido Acción Nacional (PAN Yucatán), ha sido acusada de falsificar información sobre su formación profesional, tras descubrirse que se presenta como licenciada en Psicología sin contar con una cédula profesional que avale sus estudios.
Incluso en su perfil de LinkedIn, Pérez Quijano alardea haber cursado la licenciatura en Psicología entre 2000 y 2005 en el Centro de Estudios Superiores Justo Sierra O’Reilly. Sin embargo, una consulta en el Registro Público de Profesionistasrevela que no existe ninguna cédula profesional a su nombre.
Además, se ha constatado que la institución educativa en cuestión no obtuvo el Registro de Validez Oficial para esa carrera sino hasta 2007, es decir, dos años después del periodo en que la alcaldesa afirma haber estudiado.
Si bien no es obligatorio contar con un título universitario para ejercer el cargo de alcaldesa, este caso evidencia la falta de transparencia y ética de algunos funcionarios públicos, quienes manipulan su información con tal de proyectar una imagen más favorable. La situación plantea una interrogante crucial: si se falta a la verdad en algo tan básico como la formación académica, ¿qué se puede esperar en el ejercicio del gobierno?
