Aunque desde el 2024 el Iepac viene llorando su miseria, a tal grado que el Gobierno del Estado tuvo que hacerle millonaria transferencia para que pudiera pagar su nómina, la austeridad no aplica para los consejeros electorales y algunos directivos, que están estrenando automóviles Mazda 3.
Estos vehículos premium fueron adquiridos mediante rentas mensuales con opción a compra al final del arrendamiento, que abarca un periodo de algunos años. La renta mensual correrá a cargo del presupuesto del Iepac, que es posible que en los próximos meses quede extinto, si procede una reforma que se discute en el Congreso de la Unión, que considera la desaparición de los Óranos Públicos Locales Electorales.
En total son siete Mazda 3 que desde ayer ya estaban en el estacionamiento del instituto electoral, lo que causó indignación entre los trabajadores, que están sometidos a un régimen de austeridad brutal.
La austeridad es tal que el Iepac no ha podido habilitar la Defensoría Pública Electoral, que ya debería estar funcionando antes del proceso electoral del 2027.
Al estilo 4T, en el Iepac la austeridad es para los de abajo, porque los de arriba no solo conservan sus privilegios, sino que hasta los aumentan.




